jueves, 26 de noviembre de 2015

Carta abierta de un padre sobre las Becas de Apoyo de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía

"Recurro a los políticos a que hagan un llamamiento de responsabilidad hacia sus ciudadanos y les ayuden a subsanar sus problemas en vez de creárselos"


Almuñécar. Francisco Javier Alaminos Ruíz.
Me gustaría hacerles llegar un problema que estamos teniendo muchos padres con las becas de apoyo, que nuestros hijos reciben de la consejería de educación de la Junta de Andalucía.
Durante muchos años el profesional que impartía estas clases de apoyo nos ha rellenado el impreso para solicitar dicha beca, en mi caso clases de logopedia y psicología, y al recibir la beca sobre el mes de marzo hemos llevado a nuestros niños a las clases de apoyo sin ninguna justificación de las mismas. Lógicamente este profesional te firma el documento año tras año si el niño recibe las clases. Pero la sorpresa está en que recibimos una notificación de la consejería de educación que tenemos que presentar facturas del ejercicio pasado para justificar las clases. Cosa que es totalmente imposible de justificar ya que nunca se ha pedido estas facturas al docente y cuando se le solicitan nos comunican que los trimestres se cierran y presentan y ya no se pueden hacer dichas facturas.
Me parece correcto que quieran controlar cualquier tipo de fraude, pero que lo hagan avisando desde el momento que empieza  a tomar la medida y poder pedir al docente las facturas todos los meses, y no a toro pasado para intentar que los padres tengamos que devolver unas becas que hemos gastado en la educación de nuestros hijos, que ojala nunca tuviese que haberla solicitado, porque eso sería señal de que mi hijo no se encuentra en esta situación. Es más, esto es una simple ayuda, los padres gastamos en estas clases más del doble de lo que se subvenciona.
Recurro a los políticos a que hagan un llamamiento de responsabilidad hacia sus ciudadanos y les ayuden a subsanar sus problemas en vez de creárselos. Es tiempo de cambio y de rectificación. No jueguen con la educación de nuestros hijos.